Todo arde con la chispa adecuada, y la presencia de Rosendo en el Aúpa Lumbreiras 2014,  fue la chispa que provocó mi presencia en el festival “murciano”. Si a esto, añadimos el hecho de que, como cabeza de cartel, en el horario anunciado por la organización, disponía 80 minutos (más tiempo que ningún otro grupo), ya no me quedaba ninguna duda para vencer a la rutina y acercarme de nuevo al fabuloso recinto de Villena, al cual ya añoraba, y eso que solo hacía una semana de haber vivido grandes jornadas metálicas.

                  Falta poco más de un mes para la grabación en Las Ventas de su directo, así que era una buena piedra de toque para comprobar el estado de forma del trío liderado por el de Carabanchel… y vaya tela la que nos dieron!.

                  Pensaba que Rosendo “cuadraba” más en el Leyendas del Rock, (por su música y por su historia) y que era cosa de Sufriendo y Gozando que los metieran en el Aúpa con la intención de darle una mayor relevancia a un evento que, prácticamente, se nutre de grupos españoles “Antisistema,” pero observando cómo se comportaba durante la actuación, los recaditos que, de vez en cuando, dejaba el de Carabanchel ,  cambié radicalmente de opinión: el tío estaba a gusto y se desenvolvía como pez en el agua, sus palabras y actitud así lo confirmaban. Esto, me hace pensar que es Rosendo, puesto a elegir festivales, el que se decantó por el Aúpa sobre el Leyendas.

                  Al acceder al polideportivo, lo primero que comprobé, era el ambientazo de lujo del recinto, con mucha peña disgregada por todos lados y especialmente concentrada en el escenario en el que estaba actuando Albert Pla. Cierto que, notablemente,  inferior al público de la semana anterior en el Leyendas y, también, cierto que con una media de edad netamente más joven, pero la sensación y el buen rollo eran los mismos.

                   No hubo ningún tipo de escenografía  ni detalles en el escenario. En esta ocasión, el lujo fue la calidad y potencia del sonido que nos acompañó toda la noche. La batería sonaba como un cañón infernal, nunca había escuchado el instrumento de Mariano con esa brutal pegada. Tanto el bajo como la guitarra, se escuchaban con una nitidez y una potencia descomunal, desde la primera nota y, la voz de Rosendo, estuvo sencillamente perfecta, clara y potente.

                  Con 7 minutos de antelación  sobre el horario previsto, a las 22:53 horas, comenzó a sonar  la intro grabada Steppenwolf  (The Pusher 1968), que le acompaña toda esta gira,  a la par que las luces proyectaban figuras sobre el gigantesco y negro  telón trasero. Para  ajustarse al guión de la gira “Mentira me parece”,  abrieron con “A dónde va el finado”, cosechando un buen recibimiento, por parte de la mayor congregación de público, de toda la jornada, en la noche más ”clásica” del festival. Breves segundo para respirar y el “Buenas noches, Villena” para  atacar con “Listos para la reconversión” y su solo maravilloso que sonó acojonante, enlazando con “Hay que joderse con la oprima Elena” que siempre gusta, siendo celebrada por un  público participativo,  que se tiró toda la descarga gritando el nombre de Roseeeendo, Roseeeeedo…” entre corte y corte. Pensaba que faltaba mayor efusividad pero, después, viendo a Reincidentes con algo menos de público y aclamación, valoré con mayor puntuación la respuesta del respetable durante la actuación de Rosendo.

                  Tras el “Cómo va la feria”  (¡Joder, debería dedicarle un tema, la frasecita ya se ha convertido en un clásico!) llega la hora de relucir su último trabajo con “Ni fu, ni fa” (aunque ya sabemos que no se irá, por mucho que quiera,  sin hacer ruido), continuando con “Cada día” ( una autoreflexión, dicha en voz alta) y “Amaina tempestad” (Sin duda, caballo ganador desde su salida), dos singles que, por méritos propios, han relegado al banquillo a otros temas y se han aferrado, como un naufrago a un salvavidas,  al repertorio de la presente y futuras giras.

                  Rosendo continuaba muy suelto, como contento de estar ahí, adoptando poses en las que se autotransmite placer  y demuestra pasión mientras toca, de manera magistral, su Stratocaster y, eso, ¡vaya que si me gusta!. Además, estuvo más parlachín de lo habitual (ya sabemos que no se prodiga mucho en comentarios durante la actuación) dejando unos recaditos, de vez en cuando. Por su parte, Rafa, cuyo perfil, aparentemente transmite introversión, estuvo muy activo, cómodo, alegre, luciéndose mientras tocaba, apoyándose en sus gestos de complicidad con el público y sonriendo, yendo al otro lado del escenario donde se agradecía y celebraba su presencia, aunque regresaba demasiado pronto a su hábitat natural.

                  Tiempo para abordar, de manera seria, su excelente último trabajo con un triplete de lujo:     ”Al lodo brillo” y su afilada  letra (la más rosendista de todas), “Muela la muela” con todos los puños levantados al grito de “Viva la revolución” y que remató con un “Estamos con VDS. compañeros” (antisistema, je,je), acabando con su primer single, ese que transmite que, todo lo que huela a político, huele a podrido “Vergüenza torera” letra que prolongó con un “Mienten los chorizos”.

                  De nuevo, vuelta a temas con solera con la alegre “Salud y buenos alimentos” que disfruto como un enano (¡Y que sople el viento a donde más caliente el Sol!), “Y dale”, como siempre, con Rafa iniciándolo con su llamamiento a las palmadas del público como acompañamiento de la base rítmica (¡Y como se luce el “hombre de los guiños” con este tema!) y la autoreflexión sencilla y optimista “Cuando”,  que fue la última del último trabajo.

                  “Siempre hay un momento para el recuerdo, pues acaba de llegar” fue el preámbulo

                  Del “Leño pa siempre” de la mano de un “Sorprendente” coreado por la mayor parte del personal y que recibió la ovación merecida.

                  Y para sorprendente, la reacción del público a la puesta en escena de “Hasta de perfil”, aún más celebrada que la anterior, aquello parecía el “Highway to hell” de los ACDC. Pero a mí, la que me gustaba era la siguiente, así que me permití mi personal homenaje con “En agua caliente” en la que me demostré que aún me quedaba cuerda para rato.

                  Con “Masculino Singular” siempre acabo sorprendiéndome, tuvo un recibimiento de cojones, provocando una combustión espontánea que levanto los brazos y las piernas de todos los asistentes, ¡era la gran hora de saltar y allí no perdía nadie ritmo!.

                  Inmersos en la apoteosis del “picaporte”,  la primera nota del “Flojos de pantalón” desató el frenesí como la gran joya de la corona que es y, Rosendo, se deleitó y nos deleitó, con los numerosos momentos de magia instrumental que contiene su mejor tema en solitario. ¡Bien, volvió a sacarme la piel de gallina!

                  Atrapados por la traca que se había apoderado de nuestros cuerpos, nos unimos a la fiesta final de la mano de un “Agradecido” que mantuvo el nivel de temperatura para, finalizar, lanzándonos a muerte hasta naufragar en la barra de algún bar  “Navegando” en forma de puños arriba y saltos desafiantes de la gravedad. ¡Pelotazo total!

                  Sin tiempo para bises, El Jefe se despide con la clásica y breve presentación de sus compañeros “No hay tiempo para más, Rafa, Mariano, ha sido un placer” y lo que parecía que había sido el punto final, se convirtió en un apoteósico “Maneras de vivir” que unió a todo tipo de tribus congregadas en la gran celebración de la noche en el tema más emblemático de Leño.

                  La gran sacrificada del show, por la falta de tiempo, fue “Pan de higo” y yo hubiera metido ”Delirio” antes que otras del último disco, o algún cambio en las de Leño,  pero Rosendo tiene una hoja de ruta determinada cuando sale de gira y difícilmente la altera, al igual que ocurrirá en  la inminente grabación del directo, salvo alguna sorpresa excepcional.

                  En resumen, conciertazo de  83 minutos que se me pasaron “volaos”, en un set list apretado, que solo supuso la supresión de tres temas respecto al show habitual de la gira (tocaron 17 minutos menos, pero no hubo bises y los parones se limitaron a secarse el sudor con su toalla blanca). Sin duda, otra gran recuerdo para llevarlo a la cima de la montaña llamada “los grandes momentos  de rock vividos”.

                  ¡¡¡¡Larga vida al Rocksendo!!!!

¡Uno es lo que ha vivido!

  -Bravo Ceutí-

                  Set List

• 1.- A dónde va el finado

• 2.- Listos para la reconversión

• 3.- Cosita

• 4.- Ni fu ni fa

• 5.- Cada día

• 6.- Amaina tempestad

• 7.- Al lodo brillo

• 8.- Muela la muela

• 9.- Vergüenza torera

• 10.- Salud y buenos alimentos

• 11.- Y dale

• 12.- Cuando

• 13.- Sorprendente (Leño)

• 14.- Hasta de perfil

• 15.- En agua caliente

• 16.- Masculino singular

• 17- Flojos de pantalón

• 18.- Agradecido

• 19.- Navegando

• 20.- Maneras de vivir (Leño)