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16-08-04 ROSENDO
- Murcia-Fortuna (Recinto Ferial)
Estábamos en las fiestas de Ceutí, donde la mediocridad de una concejal de festejos inepta, avalada por un alcalde obsoleto que campa a sus anchas, y que año tras año, discriminan al rock privándonos de cualquier actuación que implique la presencia de camisetas negras y pelos largos. Como decía, estábamos por Ceutí cuando poco antes de la medianoche tuvimos conocimiento de la inminente visita de "El Jefe" a tierras murcianas, hecho que no podíamos obviar, así que cambiamos los planes y… "carretera y manta".
Tras llegar, observamos que el lugar elegido para el menester era amplio, más de la mitad del mismo plagado de sillas, como suelen hacer en muchos recintos feriales; que habían dos escenarios; uno para la verbena de la noche y otro para la actuación estelar del de Carabanchel, que aún siendo pequeño no era escaso.
La bebida fría y económica (1,5€ la lata o botella de cerveza), en cuanto al público, principalmente heavy pese al acceso gratuio. Fuimos unos 1.500 los que asistimos expresamente a presenciar la descarga del madrileño, lo cual es meritorio teniendo en cuenta la inexistencia de publicidad del evento.
Con 20 minutos de retraso (a las 01:20h) entre aclamaciones de la concurrencia,
abrió la velada con "Cara a Cara", tras lo cual y como suele ser
habitual en las escuetas palabras que dirige al público, nos dio las buenas
noches.
Con ciertas variaciones sobre la larga gira del año pasado, la primera parte del concierto se desarrolló manteniendo una alta línea, donde ofreció un repaso a los temas menos conocidos como "Qué me das" o "Puedo ser más eficaz" (donde "in situ", pude apreciar la solera de éste tema, apreciando la maestría de "El Jefe", que se lo curró en la parte instrumental ); con otros más escuchados como "La fauna" o "Hasta de perfil", que en estudio contó con la colaboración de los Celtas Cortos, consiguiendo caldear paulatinamente el ambiente y preparándonos para la traca "de la buena" que se estaba cociendo.
El primer detonante, que comenzó a prender la mecha de la pólvora, vino de la
mano de "Majete", con la que la convulsión de las primeras filas se
expandió a todo el foso, allí saltó hasta el gato. Hasta ese momento fue la
más celebrada.
Tras un breve repaso a su último trabajo (según Rosendo, el mejor; según yo, por debajo de "Jugar al gua") donde cayeron "Quincalla o no!", y otra de las celebradas, "Masculino singular", pudimos alucinar con ese blues de la genialidad que es "Mala vida, buena gente", como siempre espeta Rosendo, interpretado con la maestría absoluta que su talento le permite. Impresionante.
El siguiente punteo me puso la piel de gallina, las pulsaciones se aceleraron, la efusividad se desbordó entre todo el respetable, preso de esa obra maestra imperecedera del rock nacional que es la colosal "Flojos de pantalón", con Rosendo cruzándose con Rafa de lado a lado, cautivando a un público que participaba bajo la iluminación que nos incitaba al continuo saltar; es un momento en el que da igual que hayas hecho hoy o qué problemas has dejado para mañana, porque estás aquí, estás vivo y estás gozando. Es un tema impresionante, en el que el de Carabanchel, conocedor de la enorme inspiración que nos está ofreciendo, se crece, es como para detener el tiempo, escuchar y disfrutar; rebobinar escuchar y disfrutar…. Como dice Diego -¡Es la mejor!-
A estas alturas, los ánimos no estaban calientes, estaban que estallaban, nos
tenía tan ganados inmersos en el placer sin parangón que cualquier tema lo
íbamos a sudar. Fue el turno de un "Manifiesta deprimente" en el que
Mariano tiene un protagonismo especial a la entrada del mismo.
Seguidamente, vino la traca que nos terminó de catapultar a la cima de la fiesta mayor, y es que Rosendo tiró a base de dinamita pura. La primera "Maneras de vivir", (a ver quien se puede resistir); la segunda "Pan de higo" (no querías caldo: dos tazas); la siguiente, "Loco por incordiar" (¡Toma ya!) en la que como siempre apoyó espalda contra espalda con Rafa; terminando el mejor tercio final de todo el panorama nacional. con "Agradecido" que rematóel orgasmo musical que estábamos presenciando.
Una de las características del trío liderado por Rosendo, es que siempre ofrece un buen sonido, tanto separado como de conjunto. Los 15 años de Rafa al lado de "El Jefe" no han sido en vano, y su compenetración contribuye al directo coordinado y contundente que realizan. El de "Los guiños", próximo a cumplir los 50 años, se encuentra en un excelente momento profesional, disfruta en el escenario, realiza unas descargas condenadamente adictivas, se nota que cada vez se gusta más e involucra a la concurrencia.
Volviendo al concierto, estábamos extasiados y exhaustos, pero aún teníamos gasolina para más y lo pedimos. Casi nos dejamos la garganta aclamando la presencia de Rosendo, hasta que finalmente reaparecieron para hacer un bis de tres: "Dale Calor" que sigue siendo una de las fijas en los bises y con un estribillo que sólo acompañamos unos pocos al estilo del doble directo del 87; el segundo recuerdo de la noche a la leyenda, Leño, que sea la que sea, siempre la recibimos con ganas y, en este caso, "Sorprendente" nos lanzó a quemar frenéticamente las últimas fuerzas con una de mis favoritas, "Navegando", con la que suele finalizar y con la que terminamos de "mojar" la camiseta, culminando de forma sobresaliente esta gran noche de rock.
Pero… aún quedaba más, la insistencia al grito continuo de "ROSENDO", palmeado, nos premió con "una par más" como dijo "el hombre de los guiños", con un "Salud y buenos alimentos" con el que hace dos años abría la noche, y ese inigualable himno a la chispera que es "Borrachuzos", que se tradujo en una llamada a filas en la que nos dimos por aludidos y a la que respondimos efusivamente echando el resto en cada una de las notas que tiene este memorable tema, de tan destacable letra como música, y con la que el "Clemente y cía" pusieron el broche final a una noche en la que los ingredientes de primera calidad los teníamos delante, concretamente encima del escenario, y se llaman: Mariano, Rafa y Rosendo. ¡Larga vida al Rocksendo!
El repertorio que englobó los 100 minutos de fiesta fue:
hechos para vivir,
vividos para gozar.
Bravo-Ceutí
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