La llegada del verano suele venir acompañada de algunos años a esta parte por unos cada vez más interesantes festivales que recorren las variadas tendencias del metal. Ya he asistido, al igual que en la edición precedente, al LORCA ROCK, y por cuestiones presupuestarias tuve que dejar para otra ocasión eventos como el ROCKZINANTE o el LEYENDAS DEL ROCK. No me he querido perder sin embargo el que, a mi juicio, ha sido el más completo por variedad del cartel, duración y calidad. Me refiero a la segunda entrega del METALWAY que, en un alarde organizativo, se ha celebrado simultáneamente en dos sedes tan distantes como Guernica y Jerez de la Frontera.

            La elección de la ciudad del vino y el caballo ha sido bien acogida, no sólo en Andalucía sino en muchos otros puntos del resto de España, porque los accesos y las facilidades de alojamiento hacían a este enclave particularmente interesante para los asistentes que hasta allí nos desplazamos. El recinto, situado en pleno centro de la ciudad y con numerosas posibilidades de aparcamiento y de acampada, incluía diversas barras con precios razonables, áreas de sombra, restaurante, numerosos urinarios, un mejorable mercadillo y un túnel de lavado heavy que hizo las delicias de la acalorada concurrencia. Finalmente había una carpa habilitada para las firmas de las bandas que así lo acordaron con la organización y que permitieron el tan deseado contacto entre fans y músicos.

            En definitiva, buena nota para quienes montaron el festival por hacer disfrutar a todos los asistentes y conseguir además algo en que suelen fallar estos certámenes: los horarios. En el METALWAY se ha logrado un cumplimiento prácticamente perfecto teniendo en cuenta la cantidad de bandas que necesitaban remodelar continuamente el escenario y los equipos técnicos. No obstante, ya lo comentaremos, hubieron de realizarse algunas modificaciones al cartel establecido, como le sucedió a BRAINSTORM por culpa del caos del aeropuerto barcelonés

.

            En general el festival se ha caracterizado por contentar a seguidores de diferentes tendencias en el metal, de forma que cada uno podía pegarse la paliza junto al escenario con sus grupos prefereridos y reposar más en la distancia cuando actuaran otras bandas menos predilectas. El cartel de la primera jornada, sin ser el "día fuerte" que resultó el sábado, era suficientemente interesante.

            Por la imposible conciliación entre el comienzo del espectáculo (13.00 horas) y el fin de mi jornada laboral, no pude acceder al recinto hasta pasadas las cinco de la tarde, de forma que nada tengo que contar de las primeras bandas, las locales SPHINX y RUNIC. Tampoco conseguí ver nada de JON OLIVA’S PAIN, aunque el comentario entre los que sí lo presenciaron fue que el ex – SAVATAGE estuvo a la altura esperada recorriendo temas clásicos de la formación que con su hermano CRISS creó allá en 1983.

            La primera banda que pude disfrutar en el escenario jerezano fueron los speédicos norteamericanos METAL CHURCH, aunque de su concierto me perdí los temas iniciales.

            Nada virtuosos, con su estilo clásico de los gloriosos 80, no dieron concesiones al descanso en el público, que pese al calor se divirtió bastante. Las huestes de KURT VAN DER HOOF aprovecharon para presentar algunos temas de su lanzamiento de este año A LIGHT IN THE DARK como el single de avance MIRROR OF LIES, además de repasar algunos temas más veteranos como GODS OF THE WRATH o LEAVE ’EM BEHIND. Desgraciadamente la media de edad de los asistentes (sobre unos veinte años) hizo que una formación tan emblemática como ésta no fuera tan seguida como debería.

            Los CHURCH cumplieron su cometido con suficiencia mostrando unas bien ganadas tablas ante los micrófonos.

            Los atmosféricos portugueses estuvieron soberbios en el tiempo de actuación que tuvieron, a pesar de lo inadecuado de su propuesta con la luz del día y bajo el tremendo calor reinante. No va de la mano en absoluto un sonido tan oscuro ante tanto sol.

            Con un escenario presidido por una imagen inspirada en su última obra MEMORIAL, comenzaron su concierto con FINISTERRA, del citado disco. FERNANDO RIBEIRO ha mostrado que su estilo vocal abarca un variado repertorio de registros y, recorriendo su extensa discografía, los lusos han atacado clásicos como ALMA MATER, OPIUM o NOCTURNA.

            En resumen, para los que se han aproximado poco a este grupo fue una buena presentación, mientras que sus seguidores pudieron confirmar que son grandes en su género y que, pese a las experimentaciones que se permiten de vez en cuando, dominan con maestría lo que hacen.

            El siguiente grupo en escena era bastante esperado sobre todo por los más jóvenes, a tenor de las numerosas camisetas del quinteto alemán. Tras algunas actuaciones pasadas en las que la voz de TOBIAS SAMMET no estuvo todo lo bien que aparece en sus discos, las exigencias para los GUY eran altas. Para nuestro placer, ofrecieron un concierto serio y compacto, con especial mención para un entregado TOBIAS, que rayó a gran nivel (dejemos para otro momento la espantosa camisa con la que se presentó el chaval).

            Personalmente discrepo con algunos temas del repertorio, ya que, aunque el power como estilo es poco variado, siempre se agradecen más por parte del público los cortes rápidos y directos, pues aquéllos con más pretensiones compositivas suelen resultar tediosos en muchos casos. A pesar de lo comentado, gustaron algunas elecciones como LAVATORY LOVE MACHINE o MYSTERIA. La traca final fue con la hipercoreada AVANTASIA y con su reciente éxito KING OF FOOLS.

            Aunque eché en falta más material de su disco MANDRAKE, mi favorito, en general el concierto fue brillante, y estos chicos demostraron que su reputación está justificada.

            Con muchas ganas aguardaba la presencia de uno de los más grandes del thrash (¡qué lejana aquella gira CLASH OF THE TITANS!), ya que nunca los había podido ver en escena y siempre me habían hablado maravillas de la actitud de CHUCK BILLY, el recuperado ALEX SKOLNICK y compañía. Metal sin fisuras por parte de los norteamericanos para un público menos numeroso pero más entregado que rindió continuas ovaciones al orondo y renacido CHUCK desde que saltó al escenario. Considerando las dolorosas circunstancias por las que hace no tanto ha tenido que pasar, el estado físico del líder del grupo es bastante alentador.

            Da verdadero gusto ver cómo veinte años después TESTAMENT no ha renegado nunca del thrash de la Bay Area. Por establecer un paralelismo, más vale no comentar otras tendencias seguidas por bandas en su día tan grandes y hoy rendidas a experimentos "comercialoides" que sólo causan la irritación de sus seguidores más veteranos.

            El concierto supuso un repaso por su extensa carrera con paradas obligadas en PRACTICE WHAT YOU PREACH, THE PREACHER o NEW ORDER. Destacamos que el grupo pasó por alto la época de JAMES MURPHY y GLEN ALVELAIS para centrarse en los discos que tenían a SKOLNIK a las seis cuerdas. Según parece, y nos alegra enormemente, tenemos TESTAMENT para rato.

            Esta banda me produce de todo menos indiferencia. Reconozco mi debilidad por las calabazas en la época HANSEN de los inolvidables WALLS OF JERICHO, y KEEPER OF THE SEVEN KEYS I y II. Desde entonces, no sé si porque tengo estas primeras obras en tan alta consideración o porque tras ellas poco material editado por los alemanes ha merecido la pena, no me termina de llenar casi nada de lo que van sacando, con excepción quizás del BETTER THAN RAW. Personalmente creo que llamar a su más reciente disco KEEPER OF THE SEVEN KEYS – THE LEGACY es un insulto a sus primeras y nunca superadas grabaciones, aunque si me despojo de mi confesado fanatismo sí puedo admitir aportaciones buenas en sus últimas entregas.

            Tras este preámbulo adelanto que el concierto de HELLOWEEN fue notable, aunque con un par de "peros": Primeramente, que abrirlo con un tema de trece minutos como KING OF A THOUSAND YEARS me parece un error. Y en segundo lugar, que ANDI DERIS no es MICHAEL KISKE y por ello cuando interpreta temas concebidos para éste la comparación es evidente por más que hoy no lo haya hecho mal. Afortunadamente superando estas observaciones, como digo, el grupo estuvo en verdad bien. Oír HALLOWEEN en directo es una delicia, y cortes como POWER, FUTURE WORLD o I WANT OUT convierten cualquier concierto en una fiesta.

            HELLOWEEN indiscutiblemente son una leyenda y es de agradecer que se entreguen en escena como hacen. El quinteto transmite buenas sensaciones y, destripándolos, ANDI DERIS estuvo realmente bien, MICHAEL WEIKATH sigue siendo bastante frío en escena pero técnicamente es excelente, MARKUS GROSSKOPF derrocha simpatía y aporta la base rítmica contundente que la banda necesita, SASHA GERSTNER se ve perfectamente acoplado a la maquinaria de los de Hamburgo y finalmente DANIEL LOEBLE cumple sin más su cometido.

            Contrariamente a otros comentarios que he oído, creo que estuvieron bien en escena. Es obvio que la principal cualidad de DAVE MUSTAINE no es la simpatía (se negaron sin más a firmar discos a pesar de que se habían comprometido), y tras el paso de un ANDI DERIS que se esforzó por hablar castellano y por transmitir "buen rollo" a la audiencia, el contraste entre éste y el señor MUSTAINE es como el verano y el invierno. Además, los que hemos visto alguna vez al grupo, no podemos esperar que los músicos corran y salten o increpen al público de alguna manera, sino que más bien permanezcan cada uno en su puesto más bien estáticos todo el espectáculo. Sabido todo esto, el que va a un concierto de MEGADETH recibe lo que espera: una buena descarga de metal, contundencia y pocas concesiones escénicas.

            El repertorio de los americanos fue interesante, ya que recorrió sus veinte años de vida, aunque yo eché en falta material de su disco de debut KILLING IS MY BUSINESS. Pudimos oír SKIN O’ MY TEETH, PEACE SELLS, A TOUT LE MONDE, TORNADO OF SOULS o la esperada HOLY WARS, además de una gran interpretación de SYMPHNOY OF DESTRUCTION.

            Los músicos que acompañan en esta andadura al controvertido DAVE MUSTAINE cumplen perfectamente su labor, y entre ellos destacaría al guitarra GLEN GLOVER, que no desmerece a predecesores tan cualificados como MARTY FRIEDMAN.

            A estas horas de la noche el cansancio de la jornada y sobre todo el saber que nos esperaban aún dos días intensos hizo que bastante gente, entre ellos el que firma, abandonásemos el recinto jerezano. Por ello no presencié la actuación de BARÓN ROJO, que pagaron de esta forma tocar a unas intempestivas dos de la madrugada, aunque según he oído estuvieron bastante bien, lo que no es noticia en los veteranos hermanos DE CASTRO. En otra ocasión gritaremos RESISTIRÉ ante ellos.