Los seguidores de Dream Theater nunca se sienten satisfechos cuando la banda realiza giras compartiendo cartel, y menos aún cuando forman parte de un gran festival. Donde un seguidor de los D. T. disfruta, es en un concierto exclusivo, de alrededor de 3 horas. Este es el caso del Tour ‘Along for the Ride’, al menos en la mayoría de las ciudades, ya que en Madrid, por problemas técnicos, se redujo más de media hora.

            Una buena entrada de público, cómoda. Con buen ambiente, aunque con una euforia discreta, acompañó a una banda, que podemos considerar todavía en ‘rodaje’ para esta gira, pues son las primeras fechas.

            El escenario era amplio. Se podía visualizar con bastante facilidad a cada uno de los componentes, excepto a Mangini, oculto tras infinidad de tambores de 1000 tamaños; si bien guitarra y bajista (Petrucci y Myung) se mantuvieron casi todo el tiempo en su lateral correspondiente. Jordan Rudess, el teclista, fue el que con más ahínco provocó al público, sobre todo en el par de ocasiones que cargó con teclado portátil. Estaba muy ‘enchufado’. La gran pantalla también facilitaba el seguimiento de los desarrollos instrumentales. Intercalados entre los videos con referencia a los temas que iban sonando incluían tomas cercanas de los instrumentos en acción. Todos menos uno, parece ser con Myung no tiene intención de dejarse filmar. Aún con esto, el escenario tenía pocos detalles espectaculares; a Jaime le gustó más el de la anterior gira, con tres cubos como pantallas.

            El concierto estaba dividido en tres partes bien diferenciadas. La primera de ellas dedicada a la presentación de último disco de estudio, con las que abrieron el concierto: “Intro: False Awakening Suite” y “The Enemy Inside”; junto con valiosas joyas de su discografía, como la inédita en directo “The Shattered Fortress”. Llama la atención el hecho de que la hayan elegido, siendo composición del anterior batería (Mike Portnoy), y porque en determinados momentos cantaba o recitaba, y esas partes se omitieron.

            Continuaron con “On the Backs of Angel", el single de ‘A Dramatic Turn of Events’. John Petrucci luce su nueva guitarra signature, Majesty, que prácticamente no soltó en toda la noche.

            Continuando con la presentación de su disco homónimo, llega el turno de uno de los temas más accesible del disco, “The Looking Glass”, con muy buen resultado en directo. Parece ser que tienen preparando un videoclip de esta canción, y que se estrenará pocos días después de los shows de España.

            En “Trial of Tears”, perteneciente al álbum ‘Falling into Infinity”, fue la primera ocasión que aprovechó Jordan, el teclista, para colgarse un teclado portátil, y acceder al frente del escenario, para competir con Petrucci, y para ganarse al público por su simpatía.

            James LaBrie, a la voz, realizó un buen concierto, aunque en esta última no tuviera su mejor timbre. Fue un buen momento para la interpretación de una instrumental, “Enigma Machine”. Los músicos, acompañados con una historieta de dibujos animados, van repartiéndose el protagonismo, cuyo punto culminante fue el solo de batería de Mike Mangini.

            A priori, el objetivo de la balada “Along for the Ride”,  con estribillo pegadizo, era conseguir que todo el mundo acompañara coreando dicho estribillo, aunque parece ser que todavía no ha calado lo suficiente. Quizá más adelante, porque lo cierto es que sonó un poco sosona.

            Se quedaron muchos discos sin representación en el repertorio de esta noche, pero ‘A Dramatic Turn of Events’ en cambio tuvo una nueva muestra con “Breaking All Illusions”. Y resultó ser la más coreada hasta el momento; tanto las partes cantadas como los riffs de guitarra. Guitarra que por cierto Petrucci había cambiado para esta canción.

            La segunda parte del concierto estuvo dedicada al 20 aniversario del disco ‘Awake’, comenzando con “The mirror” (corte 7 del disco) y continuando el orden del disco hasta el final. En este primer tema destacamos el original teclado curvo que Jordan Rudess se colgó, para sorpresa de los presentes.

            Sin interrupción, continuaron con “Lie”, resultando un tramo bastante ‘cañero’. Que contrasta con la tranquilidad de “Lifting Shadows Off a Dream”, en la que pudimos apreciar el buen uso del delay por parte de Petrucci. Muy buen trabajo, también de John Myung, que hace una bonita introducción de bajo en “Scarred”, y duelo de notas entre Petrucci y Rudess.

            La última en sonar del mencionado disco ‘Awake’ es “Space-Dye Vest”. Es una canción sencilla, pero con mucho sentimiento. Es una canción de Kevin Moore (anterior teclista), que llevan por primera vez en el repertorio. En el arreglo del tramo final incluyen bastantes más notas que en la versión original. Como anécdota, LaBrie se metió antes de tiempo, pisando al teclista, rectificó, y se llevó un pequeño aplauso de ‘comprensión’ por gran parte del público.

            Para finalizar esta parte interpretaron ese pedazo de tema (20 minutos), progresivo 100%, que cierra el último disco, “Illumination Theory”. ¡Cómo toca Petrucci! Parece todo mucho más sencillo. ¡Y los golpes de bajo tras el interludio! Por cierto, que no esperábamos ver un grupo de cuerdas en el escenario para el interludio, pero nos tuvieron muy entretenidos con imágenes, rollo Fantasía de Disney, con el discurrir de un ‘fotón’ buscándose la vida para llegar a la Tierra, mientras sonaba el pasaje grabado, y nosotros tarareamos la melodía.

            Llegaba el turno de los Bises, o tercera parte, dedicada al 15 aniversario de ‘Scenes From a Memory’, su mejor disco, según Jaime. Una “Overture 1928” coreada por todos, seguida de “Strange Déjà Vu” bastante fiel a la original.

            “The Dance of Eternity” es un muestrario de virtuosismo. Se van pasando la bola del protagonismo de un músico a otro, a cada cual más capaz. Todo ello modelado con cambios de ritmos constantes. En definitiva, una pasada.

            Una voz en off precede a “Finally Free”. El concierto se acaba. Tranquilamente, sin estridencias. Con el público cantando el estribillo. Y unos breaks finales que Mangini modifica a su gusto, respecto a los de la grabación original.

            Un buen concierto, del que sales satisfecho, pero a la vez deseando que llegue el siguiente.

            ¡és sólo una opinión!
            live`s life

Diego (con la colaboración de Jaime)