La extensa gira de despedida (ya veremos si definitiva o no) de los
alemanes SCORPIONS finalmente tuvo fechas en España. Desde que comenzó
allá por 2011, sus muchísimos seguidores en nuestro país veíamos con
decepción cómo no se programaba concierto alguno en suelo patrio hasta
que acabando el verano pasado se anunció que actuarían en Vista Alegre
el 8 de marzo. Con tanta rapidez se agotó el aforo –estuvimos rápidos
para hacernos con entradas– que los promotores añadieron el 7 como
segunda y última cita con el longevo quinteto venido de la fría
Hannover. Cuando por fin llegó el momento nos desplazamos a la capital
para, en mi caso, la quinta actuación que les presenciaba desde aquel mítico
y semiprivado concierto acústico en el Pabellón de Alemania en plena
Expo 92 en Sevilla.
El ambiente en las líneas de Metro que nos encaminaban a Carabanchel y
por supuesto en las calles aledañas al recinto denotaba que estábamos
ante un evento de magnitud. No era cualquiera quien iba a actuar esa
noche en el coso de Vista Alegre. Una interminable cola –diez minutos
andando a toda velocidad para alcanzar el final así lo demuestran–
presagiaba que pocos podrían ver a los teloneros STEEL PANTHER, y en
nuestro caso así fue. Entramos de hecho cuando se desmontaba la batería
de la banda de Los Ángeles. Punto negativo para la organización desde
luego.
El público de todas las edades indicaba que el plato fuerte de la
velada podía presumir de una larguísima trayectoria artística, en
este caso de cinco décadas –casi nada– desde que viera la luz la
formación como un proyecto de adolescentes allá por 1964.
Con las apreturas justas, en absoluto incómodas, fuimos ganando
un magnífico sitio centrados ante el saliente del escenario y a menos
de diez metros del mismo. Demostrando una envidiable puntualidad, las
luces se apagaron para el inicio de la descarga de SCORPIONS apenas
cinco minutos sobre la hora prevista. Y comenzó el espectáculo…
La grandiosa estructura sobre la que descansaba la batería del rubio
JAMES KOTTAK se iluminó mientras en las pantallas nos proyectaban imágenes
del mítico concierto que dio la banda en San Bernardino en 1983 ante
una audiencia de 325.000 personas. Algunas menos nos congregamos en
Vista Alegre pero con no inferior entusiasmo, que se desbordó cuando
sonó la guitarra del incombustible RUDOLF SCHENKER para dar comienzo al
recital –en este caso se puede decir así– con STING IN THE TAIL. El
tema homónimo de su lanzamiento de 2010 abrió el telón y nos permitió
comprobar con satisfacción el espléndido juego de luces y el más que
aceptable sonido que nos acompañaría esa noche. Es cierto que algunos
amigos situados en las gradas nos comentaron más tarde que allí no se
escuchaba bien del todo, pero al menos en mi ubicación no puede
reprocharse nada sobre este tema.
Se vio en escena a una formación con las tablas que da su trayectoria
pero transmitiendo la energía y las ganas de comerse el mundo de unos
debutantes, con indudable actitud de agradar y logrando conectar con el
auditorio desde el primer acorde. La forma física de RUDOLF SCHENKER a
sus 65 años es realmente envidiable, sobre todo considerando que no
para un momento en toda la actuación de recorrer el escenario con su
muestrario de GIBSONS FLYING V. Su colega a las seis cuerdas MATTHIAS
JABS jamás perdió la sonrisa en toda la noche y estuvo al brillante
nivel acostumbrado, más centrado en los solos que en las secciones rítmicas
aunque de la primera tarea a veces se encargara RUDOLF. El discreto
polaco PĄWEŁ
MACIWODA apenas se hizo notar pero cumplió sobradamente su cometido al
bajo, mientras que el excéntrico KOTTAK dio el empaque y el poderío
necesarios al sonido del grupo. Dejo para el final de manera voluntaria
a KLAUS MEINE, ya que dio una nueva lección de dominio y de recursos.
Teniendo que proteger como es obvio a su edad su garganta, la
inteligente alternancia de pasajes instrumentales y solos le permitió
no quemarla innecesariamente y afrontar con garantías el concierto
entero. Por otro lado, como es costumbre, se dedicó a golpear un
cencerro con unas baquetas que fue repartiendo entre las primeras filas
sin descanso. En resumen, fuimos testigos del mejor equilibrio entre
entusiasmo, veteranía y profesionalidad.
La actuación prosiguió con recuerdos a finales de los setenta,
justo tras la marcha de ULI JON ROTH y la llegada del entonces
jovencísimo MATTHIAS JABS. De estos primeros cortes me quedo con las
elegantes IS THERE ANYBODY THERE? y LOVING YOU SUNDAY MORNING además de
la siempre fija e hipnótica THE ZOO. Antes de detallar el repertorio me
gustaría comentar que no termina de convencerme la fórmula que se ha
empleado para la selección de los temas. En una gira de despedida veo más
adecuado –tal y como han hecho los JUDAS PRIEST en su EPITAPH TOUR o
los propios SCORPIONS en aquel concierto llamado A NIGHT TO REMEMBER en
el festival de Wacken hace ocho años– dibujar un recorrido por toda o
casi toda su discografía, pero SCORPIONS basó su listado en apenas
cuatro discos (los de mayor éxito comercial) de los diecisiete álbumes
en estudio que han gestado. Obviar la primera época de los setenta o
toda la producción entre 1990 y 2010 me parece inadecuado en la efeméride
que se celebra. Es imposible contentar a todo el mundo y los temas
escogidos fueron muy celebrados en su mayoría, pero que faltaran IN
TRANCE, WE’LL BURN THE SKY o RHYTHM OF LOVE por decir algunas no tiene
justificación.
De vuelta al acto, la emotiva THE BEST IS YET TO COME nos hizo regresar
a la actualidad. Un envolvente juego lumínico en tonos verdes acompañó
a la perfección a un tema espléndido que
curiosamente no ha salido del fecundo dúo creativo MEINE – SCHENKER.
La letra, que bien pudiera suponer una cariñosa despedida a tan
dilatada carrera musical –And how can I live without you? / You’re such a part of me / and you’ve
always been the one / keeping me forever young– , fue coreada a
pulmón lleno por los asistentes. En
tal momento llegó el turno de las baladas, que siendo tantas y tan
buenas tuvieron que resumirse –hasta los bises al menos–en SEND ME
AN ANGEL y HOLIDAY (que felizmente incluyó la segunda parte con las
guitarras eléctricas). Para ello el quinteto se juntó en el saliente
del escenario para ofrecernos dos interpretaciones repletas de
sentimiento que crearon la sensación de estar en intimidad con la banda
a todos los que allí nos congregamos. Como detalle curioso recuerdo que
el público les lanzó varias banderas, y KLAUS se envolvió con la española
y MATTHIAS con la asturiana. Una tercera portuguesa acabó en las manos
del despistado KOTTAK y provocó más adelante un inocente equívoco por
parte del americano cuando en su solo de batería gritó un ¡Viva España!
ondeando la enseña lusa en la línea del célebre ¡Viva Honduras! de
Federico Trillo.
El tramo final del concierto oficial
prosiguió con RAISED IN ROCK, toda una declaración de principios para
quienes nacieron con el rock e hicieron del mismo su lema, y con un
recuerdo a su exitoso lanzamiento CRAZY WORLD por medio de la
provocadora TEASE ME PLEASE ME y una trepidante HIT BETWEEN THE EYES.
Antes de la primera despedida de la banda llegaron los solos de percusión
y de guitarra. El primero de ellos, tal vez más extenso de lo que se
debiera salvo que seas MIKE TERRANA o MIKKEY DEE, fue inteligentemente
acompañado de una proyección en las pantallas laterales en las que
JAMES KOTTAK aparecía en una simpática sucesión de escenas que
recreaban varias de las portadas de los discos de la banda, aunque
curiosamente él no intervino en la mayoría de ellos: LOVEDRIVE, ANIMAL
MAGNETISM, FLY TO THE RAINBOW, el citado CRAZY WORLD, PURE INSTINCT o
BLACKOUT. Justo tras las últimas imágenes dio comienzo el gran tema
que titulaba el disco de 1982, ocasión para la que RUDOLF SCHENKER saltó
a escena con la cabeza envuelta con la venda y las gafas-tenedor que
figuraban en la carátula de aquel inolvidable vinilo. Turno para el
lucimiento de las seis cuerdas con el habitual SIX STRING STING y fin de
fiesta (por el momento) con el himno comercial BIG CITY NIGHTS. La noche
no defraudaba a nadie.
Evidentemente ni uno solo de los congregados daba el acto por concluido,
y para complacencia general los alemanes regresaron con artillería
pesada. Era el momento de los himnos STILL LOVING YOU y WIND OF CHANGE,
en la segunda de las cuales se cambió el estribillo original por su
mejorable traducción al castellano. KLAUS, como había demostrado en el
resto de la velada, no tenía problema alguno con los tonos más
exigentes, en parte gracias a la estudiada dosificación de la que
disfrutaron sus cuerdas vocales durante el concierto. La banda transmitió
durante toda la noche y particularmente llegados a este punto que tanto
tiempo después siguen disfrutando sobre un escenario como el primer día.
La presumible traca final vendría de la mano de su archiconocido ROCK
YOU LIKE A HURRICANE con un público absolutamente entregado gritando
ese Here I am que abre su estribillo. Cuando ya se daba el acto por
cerrado, los músicos quisieron despedirse con la íntima joya que
finalizaba su disco BLACKOUT. En absoluta comunión con el auditorio,
interpretaron –como digo aparentemente fuera de programa– WHEN THE
SMOKE IS GOING DOWN, creando un momento en el que hasta el más
insensible de los humanos sería incapaz de no sentirse erizar el vello.
Quien discrepe de que una balada despida un concierto que lea las letras
de este tema y entonces entenderá su significado. Fue el fin de fiesta
perfecto, medido y elegante. Ojalá que suponga un hasta luego y no un
adiós.
Repertorio interpretado:
1.
STING
IN THE TAIL del disco STING IN THE TAIL (2010)
2.
MAKE IT
REAL del disco ANIMAL MAGNETISM (1980)
3.
IS
THERE ANYBODY THERE del disco LOVEDRIVE (1979)
4.
THE ZOO
del disco ANIMAL MAGNETISM (1980)
5.
COAST
TO COAST del disco LOVEDRIVE (1979)
6.
LOVING
YOU SUNDAY MORNING del LOVEDRIVE (1979)
7.
THE
BEST IS YET TO COME del disco STING IN THE TAIL (2010)
8.
SEND ME
AN ANGEL del disco CRAZY WORLD (1990)
9.
HOLIDAY
del disco LOVEDRIVE (1979)
10.
RAISED
ON ROCK del disco STING IN THE TAIL (2010)
11.
TEASE
ME PLEASE ME del disco CRAZY WORLD (1990)
12.
HIT
BETWEEN THE EYES del disco CRAZY WORLD (1990)
13.
SOLO DE
BATERÍA
14.
BLACKOUT
del disco BLACKOUT (1982)
15.
SIX STRING STING inédita en disco
pero fija hace décadas en conciertos
16.
BIG
CITY NIGHTS del disco LOVE AT FIRST STING (1984)
17.
STILL
LOVING YOU del disco LOVE AT FIRST STING (1984)
18.
WIND OF
CHANGE del disco CRAZY WORLD (1990)
19.
ROCK
YOU LIKE A HURRICANE del disco LOVE AT FIRST STING (1984)
20.
WHEN
THE SMOKE IS GOING DOWN del disco BLACKOUT (1982)
PD: Un recuerdo para Floren, Goes, Macarena, Javi y Bea, con quienes
tuve el gusto de vivir una noche tan especial. Y otro para un animoso
grupo de austriacos con el que compartimos coros en muchas de las
interpretaciones y que resultaron ser integrantes de la banda DIAMOND
FALCON, cuyo disco HEAVY METAL COMBAT me regalaron.
Larga vida al Rock and Roll
José
María Pinilla
|