15-08-03 LORCA ROCK - Murcia-Lorca (Huerto de la Rueda) 

            Aunque por cuestiones de agenda no nos venía excesivamente bien las fechas del Lorca-Rock (y dicho sea de paso, el cartel del evento tampoco nos alentó en forzar la máquina para modificarla) no quisimos perdernos esa presencia única en Murcia de esos Monsters Of Rock, que fueron y siguen siendo Scorpions, y de volver a "oler" ese ambiente inimitable que embarga este tipo de conciertos.

            Lo primero que observamos al llegar es que habían dos zonas distintas de acampada; una pequeña, más distante (a unos 300 metros de la entrada) con unas 20 tiendas plantadas entre árboles y rodeadas de coches; otra zona principal, separada por una calle del recinto, donde estaba el grueso de la acampada. Quién se quejara del MetalManía se puede hacer una idea aproximada del estado de dicho espacio: Ni una puñetera sombra por ningún sito y aunque no había tanta piedra, el estado del suelo era similar.

            Lo cierto es que la organización sustituyó acertadamente el lugar de despliegue musical de las pasadas ediciones, tanto por la posibilidad de zona de acampada anexa, como por la mejora de condiciones de forma general, orientando el escenario de forma que no se produjera la molesta reverberación de sonido del año pasado al tener edificios perpendiculares y próximos al escenario, El Huerto de la Rueda, por cierto, situado junto a un convento de monjas de clausura (seguro que les alegramos el día y... la noche, je, je) lo cual no impidió la celebración del festival (excusa del Grupo 7 en el extinto Menorrock: la instalación de un geriátrico) estaba correctamente acondicionado, era amplio con zonas de césped, entre árboles, donde descansar entre grupo y grupo, con un número más que suficiente de aseos, una empresa de seguridad competente y un personal de barra cumpliendo a la perfección su cometido: servir eficaz y rápidamente el fresco y líquido elemento para refrescarnos. Los precios ligeramente elevados (En euros: 2 el Refresco, 4 el Mini y 9 el Cubalitro), aunque un "alma caritativa" nos ofrecía los tickets a un precio inferior.

            Entramos, en el recinto en cuestión, sobre las 7 de la tarde. Unas 3000 "cuervos" (camisetas negras) soportaban estoicamente el sofocante calor y el molesto viento, incesante toda la tarde (¡Menos mal que el suelo era asfalto!) Vitoreando los recién aparecidos PORRETAS con su Rock and Roll fresco y festivo, me percaté de un hecho que había comprobado en ocasiones anteriores: desde la primera fila hasta los situados más alejados del escenario estaban saltando y acompañando al grupo en cada uno de sus temas. Como decía José Manuel, que ahogaba el calor con un Mini, te pilla en el punto bueno y te lo pasas con ellos de puta madre. Un discreto telón de fondo (3x3 metros) con el logotipo del directo de los Porretas era el único símbolo propio que identificaba al grupo que basó su repertorio en temas contenidos en este reciente directo como "Antimilitar, Antisocial", "Última generación", o ese himno a la yerba buena vitoreado masivamente que es "Marihuana", intercalado para desmadre del respetable con ese popurrí que acostumbran a ofrecer en sus directos y que acaba contagiándonos de la juerga colectiva que nos envuelve, cerrando sus 60 minutos justitos con "Porretas", donde saltamos con el resto del público que gozaba por todos sus poros. Hicieron lo que se esperaba de ellos y como se esperaba, elevando unos cuantos grados el termómetro de los allí presentes, caldeando un ambiente que en las primeras filas fue combatido a base de manguera (ya sabéis, la parte más caliente cede calor a la parte más fría).

            Tras media hora de descanso y otro Mini en el cuerpo, sobre las 8:10 pm y con ligero menos público que con Los Porretas, aparecieron en escena los más duros con diferencia de la noche (¿y del festival?), los madrileños HAMLET. En la parte trasera del escenario otro telón negro, similar en tamaño al de Porretas con el nombre del grupo y en los laterales sendos juegos de 3 vallas de 1,80 m de altura extendidos por delante de la batería. Reconozco que no son santo de mi devoción (y lo dice uno que se quedó solito en un Monorrock hasta las 6 de la mañana para verlos) pero, la verdad, es que no defraudan, meten una traca bestial, impresionante, furon 60 minutos demoledores, con un Molly en plenas facultades "dementes" con un vozarrón animal. No faltaron temas como "Denuncio a Dios", "Dementes cobardes", o "Irracional", primera del álbum negro, como la denominó Molly, quien no dudó en coger a un niño de unos 8 años que estaba en las primeras filas y subirlo al escenario unos minutos, para despedir al pequeñín con un "No Cambies". Aunque ya la tarde se estaba tambaleando, el calor regía pegando de la ostia, allí se asfixiaban hasta las culebras, lo que animó a Molly a unirse a la fiesta y no dudó en bajar unos cuantos grados remojándose con la manguera en numerosas ocasiones la cabeza (el chico tenía enchufe, cada vez que quería se cogía la manguera para sí mismo mientras que los demás nos la teníamos que rifar) Otras veces había presenciado un "J.F." bastante más coreado y seguido que en Lorca, pero en esta ocasión acabó con un "tuya, mía" en el que el "Jodido", en voz baja, era para él y el "Facha" para nosotros, hasta que pletórico de facultades y repleto de aire pulmonar nos regaló un "Facha" potente y prolongado que nos dejó impertérritos y mandó a las pobres monjas a encomendarse al mismo Dios temiendo la cercana presencia del averno.

            Cerraron con "Tu Medicina" donde uno de los juegos de las tres vayas lo trasladaron a la parte central delantera del escenario, cercándolo entre sí mismo, a modo de celda, dejando atrapado en su interior a Molly, que comenzó cantando lentamente y remató derribando "la celda" y pateándola como un poseso finiquitando con el comentario "rejas, nunca más" entre los primeros juegos de luces de la aún tarde.

            Eran las 21:15h y el horario previsto por la organización y, expuesto en varios lugares visibles, (otro acierto con el que no contamos en el Metalmanía) se estaba cumpliendo a rajatabla, apenas 15 minutos de retraso, que se convirtieron en 25 con LOS SUAVES reduciendo los 90’ que disponían en 80, pero intensos, con un Yosi metido en su papel de Frontman, que no paró en todo el show. Esta banda es como es, gracias y a pesar de Yosi, quien pudiera pensar que estaban de "capa caída" pudo comprobar la erroneidad de su idea en el conciertazo que nos dieron. Comenzaron muy activos entre pirotecnia, despliegue de luces y noche cerrada con "Preparados para el rock and roll" y su estribillo pegadizo acompañado por los asistente. Continuaron manteniendo un alto ritmo de concierto, sin altibajos, con temas como "Maldita sea tu suerte" o "Ourense-Bosnia", sin que faltara el clásico "Si pudiera" (del mejor disco de Suaves – Santa Compañía), una de mis favoritas indiscutibles, con todo el público volcado acompañándoles y alcanzando uno de los puntos altos de este directo. La primera parte (no llevaban ni una hora) la cerraron con "Dolores la llamaban Lola", donde todos los corazones, unidos en uno, acompañábamos la letra a pleno pulmón, mientras Yosi, entre fuegos artificiales, se iba de una punta a otra del escenario intentando escalar por los laterales donde los de seguridad, raudos, lo "cazaban" y nos lo devolvían para la continuación apoteósica de este emblemático tema con la que llegan a la parte más intensa, con su puesta en escena inigualable y un seguimiento aplastante del personal que acabó con un nuevo ganador de "camiseta Yosi". A estas alturas las monjas debían pensar que el mismo demonio se había reencarnado en ese "bicho" de pelos canosos que se movía por el tablao.

            Tras una breve despedida reaparecieron con una descarga de 5 temas entre los que no faltaron "El Afilador" donde el cañón inundó el escenario de confettis y chispeantes bengalas que "el cuerdo" no desaprovechó para colocarse bajo ellos y posteriormente lanzar otra camiseta al público y, joder, luchar contra viento y marea por ponerse otra que no pudo, me recordó a un escarabajo boca abajo, se tuvo que ir a la parte trasera para que le echaran una mano y ponerla en el lugar previsto para llevarla.

            Entre fuegos pirotécnicos y el público volcado, terminaron con "Chaquetas de cuero" con todos saltando y un nuevo ganador de camiseta Yosi (¿tanto sufrir en ponérsela para eso?)

            Fueron los grandes triunfadores nacionales del Lorca-Rock, ofrecieron un concierto intenso y regular (sin altibajos) con un Yosi como líder absoluto pese a su voz mediocre (de todas formas... ¿quién pijo entiende en los discos las letras de sus canciones sin leerlas?) y Alberto Cereijo fantástico a la 6 cuerdas muy por encima del resto del grupo. Lo dicho, una leyenda nacional que se lo curró de principio a fin ante el mayor público presencial (unos 6000) tras Scorpions. Para no perdérselo.

            Disponíamos de 60 minutos (hasta las 00:15h) para el plato fuerte del día, por lo que optamos por ingerir algo sólido aparte de la siempre fiel acompañante birra y descansar un rato, en el césped, mientras observábamos a la derecha del escenario, en las proximidades, el majestuoso castillo de Lorca, estratégicamente iluminado.

            Conforme se iba acercando la hora, la densidad junto al escenario iba incrementándose, mayor cuanto más adelante estabas, lo que nos motivó a pillar una buena posición mientras escuchábamos la música que despedían las torres para hacer más breve la espera, donde reconocí, entre otras, a Cinderella (¿Qué fue de ellos?). Observando al personal, no habían grupos ganadores entre "los cuervos" (portadores de camisetas negras), eran variopintas, como las edades de quienes las llevaban. En cuanto al color de las pulseras el verde (los 3 días) ganaba al rojo (1 día), pero no en la proporción deseada (70-30).

            Finalmente fueron 10 los minutos necesarios para la preparación del escenario y sobre las 00:25h se hizo el silencio y la obscuridad entre los 8000 allí presentes, obviamente hora punta del Lorca-Rock de esta edición. Un enorme telón negro con el nombre en blanco de SCORPIONS inundaba la parte trasera del rectángulo. De pronto la luz se hizo y apareció un Klaus lanzado, con camisa de manga larga a rayas verticales blancas y negras (que periódicamente iría cambiándoselas por otras de idéntico diseño y distinto color) abriendo con un "Coming Home" arrasador. Quién tuviera alguna duda de lo que nos podían ofrecer se le disipó en los tres minutos que duró el corte, y es que las "vacas sagradas" en esto de la música es una apuesta segura, nunca fallan.

            Aquella banda que llenaba estadios como el Vicente Calderón, es una auténtica leyenda viva y la maestría perdura. Soy de aquellos que se iniciaron con el "Love Drive" y el "Blackout" y a los que el "Tokio Tapes" lo engancharon de tal manera que ya siempre conquistó un hueco entre las leyendas de mis preferencias. Con "Love At Firs Sting" volaron más alto que nunca, (mi disco favorito) es el álbum más completo y en él basaron gran parte de su repertorio.

            Fue un concierto a ratos acústico (los menos) y a ratos eléctrico, con preciosas baladas como "Holiday" y "Always somewhere" (donde a veces el acompañamiento del público, que se las sabía, me impedía escuchar con claridad a Klaus) intercaladas con otros temas más enérgicos como "Big City Night" (una de mis favoritas de mis tiempos juveniles) o "Hit Between The Eyes", con una puesta en escena impresionante desde el inicio, con un Rudolf Schenker hiperactivo, no paró ni un segundo de mover sus ¿1,85m? de arriba abajo y de izquierda a derecha por los 500 m² que constituían el escenario, fue el más dinámico de todos con diferencia; un Klaus Meine con una voz que conserva toda la energía y poderío de antaño y que se dedicaba a agitar continuamente la pandereta que esporádicamente lanzaba a un auxiliar, describiendo un amplio arco elíptico, para posteriormente volver a recogerla. Hubo tiempo para solos, con un correcto y técnico solo de Mathias Jabbs a la antigua usanza, y otro solo de batería bestial, más espectacular por los hechos que por los sonidos atronadores que se producían, es decir, James Kottck el animal descamisado, quien estuvo todo el show tirando las baquetas al aire a la par que bebía y espolvoreaba la cerveza lanzándola por la boca, acabó su contundente solo, de pie, bebiéndose una cerveza de un trago y rompiendo el casco contra su cabeza... ¿lo fichamos para WASP? Destacar que tras desaparecer brevemente aparecieron vertiginosamente con un Rudolf derrapando desde la izquierda del escenario, donde estuvo todo el rato, con gorrito y gafas, como en la portada del Blackout, para una descarga potente del tema homónimo, fue lo mejor de la noche.

            Cuando ya llevaban cerca de los 90 minutos previstos, se fueron para volver con el consabido bis compuesto de 3 cortes: "Wind Of Chang" con mecheros arriba; "Still Loving You" en la que el sonido alcanzó el nivel de la perfección y a más de uno se le puso la "piel de gallina"; y "Rock You Like a Hurrycane" con todo el respetable volcado de manera entusiasta, echando el resto de lo que nos quedaba en esta última canción.

            Fue un concierto de los que da gusto hacer una nueva muesca en la lista de los asistidos con, según la organización, 250.000 vatios de luz y 100.000 de sonido que nos ofrecieron un acertadísimo y completo juego de luces y un potentísimo e impecable sonido. Sin que sirva como comparativa peyorativa, en ninguno de los tres días del MetalManía se alcanzó el nivel de calidad sonoro ofrecido en este concierto de Scorpions.

            A estas alturas, eran las 2 de la mañana, si nosotros que habíamos empezado la tarde con Porretas estábamos tocados, los que habían comenzado con Amset estaban volcados, hecho que perjudicaría notablemente a los próximos en discordia: TIERRA SANTA.

            Tras 55 minutos de espera (las monjas creían que sus plegarias habían sido escuchadas y nos habíamos "abierto") y con un nuevo merecido descanso con otro Mini (para no perder la costumbre), entre el césped plagado de cuerpos extendidos, nos dirigimos hacia el terreno de batalla para agotar las energías reservadas con el último de la noche. Lo primero que "captamos" es que los concurrentes habían sido diezmados (¡Malditas monjas!) hasta el número de 2000 aproximadamente (al final algunos menos). Allí un colega, tras ofrecerme cubalitro de JB, me informó que Tierra Santa iban a grabar el concierto y el que quisiera aparecer en los créditos del CD/DVD podía pasar a firmar en el lugar preparado para el menester. En esas, con la cruz de la portada del "Indomable" como telón de fondo, aparecieron los riojanos con ganas tremendas de generar buen material que quedara registrado en las tres cámaras del escenario, las dos laterales mezcladas entre el público y la central trasera. Abrieron espectacularmente con "Pegaso" (mi favorita entre todas) con la que los pocos que quedábamos empezamos a saltar desde el principio. La segunda en caer fue "Alas de Fuego", un tema trepidante de enorme creatividad, con el que seguimos en la misma línea de "fogosidad" metálica. La ventaja de estos temas, nada más empezar, es que desde el principio crean el ambiente apropiado, pero el gran inconveniente (como ya he apreciado en anteriores conciertos) es que el sonido no estaba bien ajustado, era deficiente y sonó "apelotonado" hasta el tercer-cuarto tema.

            Arrastrados por la euforia del personal de alrededor y pegando saltos nos acercamos prácticamente hasta la primera fila donde cayeron temas como "La sombra de la bestia" que no la suelen tocar habitualmente, "Hamlet" (para mí, el tercer corte más elaborado del "Indomable"), "La momia", "Sodoma y Gomorra", la indispensable "El Bastón del Diablo", la muy coreada "Juana de Arco", y el temazo de guitarras aceleradas "Indomable" donde la creatividad alcanza su máxima expresión. Antes de despedirse, Angel nos anunció "El Laberinto del Minotauro", como último tema, instante en el que no dudamos en clamar el nombre del grupo lo cual, tras regresar, nos dijo que iban a tocar el nombre que estábamos clamando "Tierra Santa", (única que tocaron del "Medieval"). Continuaron con un clásico donde apreciamos la evolución del grupo, "La canción del pirata", fantástica, y terminando con la leyenda que ha entrado merecidamente en la historia del rock nacional "Legendario" con la que fundimos nuestro último aliento sabedores del final de la noche. Eran la 5 de la mañana y habían tocado ¡2 horas y 5 minutos! Un servidor tenía arrestos para aguantar una horita más, pero demasiado nos habrían obsequiado los riojanos, con un Angel en plena forma, volcado y pendiente del público y un Arturo motivadísimo en todo momento. Se esforzaron y entregaron todo lo que llevaban dentro, así que nada que recriminarles (Esperamos que haya quedado bien la grabación). Basaron su repertorio sobre todo en los dos últimos discos (según mi opinión Sangre de Reyes es el más completo de los cinco) y tocaron casi todo lo esperado (sigo echando de menos temas como "Séptima Estrella" o "Reconquista"). Personalmente fue el grupo con el que mejor me lo pasé al poder estar más cerca y con más espacio, pero el horario y el desconocimiento de mucha peña de que lo iban a grabar impidieron una mayor presencia que le habría dado mayor color y calor a este concierto que está vez sí, lo viví y disfruté de forma que supe que había asistido a un directo exclusivo.

            Por último, destacar como nota negativa del festival el cierre llevado a cargo de Sober. No estuve pero me lo contaron: tocaron una hora de los 90 minutos previstos, no hubo bises y la involucración con el público fue nula. Vinieron como estrellas ¿fugaces? Y fueron de lo peorcito. Lo dicho Ring, Ring y caja y mañana será otro día.

            Esta VI edición del Lorca-Rock pretendía dar un salto tan grande respecto a la edición anterior (un solo día pero con un cartel de primera, a nivel europeo) como ésta lo dio sobre la 4ª edición, y convertirse en el sustituto natural, en la zona, del Menorrock con tres grandes días festivos para los que sentimos y disfrutamos con este tipo de música. Los chicos de Sufiendo & Gozando se lo curraron pero faltó mejorar un cartel que en el tema internacional quedó muy por debajo del año anterior. Nota curiosa es que una colaboradora de TodoConciertos, llegó a ver un pre-cartel del Lorca Rock con Maiden y Blind Guardian para el fin de semana de 12 de Julio. Problemas con Rock ‘n’ Rock nos privaron de una edición con miras más amplias y un paso adelante en su consolidación como gran festival. Seguro que Frontline hizo lo que pudo, pero la premura con la que tuvieron que realizar los "fichajes" extranjeros formaron un mediocre equipo que dejaron aparcado para la próxima edición el mejorar el techo logrado el pasado año. Dos meses atrás, no sabíamos quién actuaba ni qué día lo haría, sólo conocíamos el lugar, algunos grupos y las fechas de celebración. Aunque la organización tenía prevista una media presencial de 10-15.000 personas/día, todos estos inconvenientes (quien mal siembra, mal recoge) "consiguieron" una presencia significativamente menor de la esperada, no siendo obstáculo lo anterior para añadir que, a pesar de todo, el Heavy volvió a salir victorioso al lograrse la celebración del festival.

            Esperemos que la experiencia vivida, al igual que ocurrió el pasado año con la empresa de seguridad, sirva para adoptar las medidas apropiadas y conseguir para próximas ediciones unos cimientos más sólidos donde edificar un nuevo Lorca-Rock capaz de dar un paso adelante en su objetivo de convertirse en uno de los mejores festivales del Heavy Metal nacional.

Bravo-Ceutí