Impresionante, la primera visión que nos encontramos al acceder al campo
de fútbol. Nunca en Murcia había visto, para un solo artista, tanto público.
No sé si la última visita de Alejandro Sanz (que no estuve) pudo ser
similar. La parte mala de tan gran ambiente va a ser la dificultad de
alcanzar una buena situación durante el concierto.
Otra buena sensación fue el tema que utilizaron de ambiente, al apagar
las luces, momentos antes del comienzo del concierto: “Al cantar” de los añorados “Platero y tu”
.
Y comienza el 'conciertazo', con una versión instrumental de
“Extraterrestre” para animarse inmediatamente con “Sol de
invierno”. Todavía quedaba mucho concierto por delante, pero el público no
reservaba voz; desde el primer momento se volcó con la banda.
Tras el saludo de Robe, dándole las - Buenas Noches a todo el mundo
– vinieron un par de temas con bastante menor seguimiento: “Mi espíritu
imperecedero” y “Entre interiores”, aunque en los estribillos no
faltan los coros de los más empollados.
Robe estuvo comunicativo, sin pasarse, y aportando originalidad
como: - A los nuevos: Gracias por venir donde alguien os quiere sin que volváis.
Y a los demás: Gracias por venir a donde alguien os quiere sin que vengáis –
En palabras del sr. Bravo, el primer gran trallazo de la noche vino
a ser “La vereda de la puerta de atrás”. Y en verdad, es un pedazo
de canción, que te arrastra en sus subidas y bajadas, que bien pudimos disfrutar gracias a la gran calidad de sonido,
al menos desde nuestra posición, que consiguieron desde el inicio. La
voz de Robe andaba en buenas condiciones, teniendo en cuenta su timbre,
y la dificultad propia para entender las letras en directo.
El entretenido “Pequeño rocanrol endémico” dio paso a una
intro con la 5ª sinfonía de Beethoven para “Calle esperanza, s/n”
, con menor seguimiento popular.
No sé si será considerada como trallazo, pero, “Locura
transitoria” es un tema muy completo, con una variedad y una progresión
que se transmite a la gente a la primera escucha. Tras ella, el
‘inteligente’ Robe nos da una charla sobre intentar cambiar las
cosas que se pueden cambiar, distinguiéndolas de las que no se pueden
cambiar, pero que ‘él no sabe distinguirlas’.
Llega el turno de una canción inédita (puede llamarse “Canta la
rana”). Promete que saldrá en una grabación, al final de la gira,
con la mejor interpretación que hayan tenido. ‘A cambio’ pide que
no se grabe, para que en todas las ciudades de la gira se pueda vivir el
momento único de la ‘primera vez’. Tengo que decir que, en mi caso,
esta primera vez no fue fantástica. La canción en cuestión, comienza
en acústico, muy lenta, y sin llegar a la espectacularidad en la parte rápida.
La letra sí que lleva un mensaje simpático. Le daremos un tiempo. Por
cierto, ¡lo de la grabación se respetó de manera masiva!
Turno para el disco ‘La ley innata’ (2008), que en su día
tardaron mucho en publicar, y en el que aparecen las maravillosas melodías
que sonaron esta noche de la mano de “Dulce introducción al caos”,
con coreografía ‘heavy’ incluida, “Segundo movimiento: lo de
fuera” y “Cuarto movimiento: la realidad”, más o menos, porque
hicieron un apaño entre los movimientos, que duraron unos 15 minutos.
Iñaki Antón (Uoho) nos hizo esta duración muy amena, con su
guitarra. Y, entre el público podíamos ver a la gente emocionada
mientras coreaba
letras como – … viviendo en diferido… -
Tenemos 20 minutos, para hacer un
descansito. Podemos hacer lo que queramos, eso sí, que no nos vean.
En realidad se hacen 30 minutos, y los aprovechamos para utilizar
parte de las instalaciones del recinto, como la barra. Un servicio de
bar bastante eficiente, sin largas esperas. En el otro ‘servicio’
había más colas, pero sobre todo afectaban al sexo femenino, que tuvo
que usar también nuestros váteres, mientras nosotros nos apañábamos
con los urinarios. ¡Fueron gestos solidarios!
La segunda parte fue un poco más ligera, o la cerveza así me lo
hizo ver. “Prometeo” y “Jesucristo García” fueron las pocas
concesiones que hubo a los 90, y fueron de las más celebradas, con la
gente cantando y bailando con fuerzas renovadas.
Aparentemente ajenos a la polémica que les sigue en esta gira, por
la selección, o mejor dicho, por la escasa selección de clásicos de
la banda, continúan repasando un último disco con “Poema
sobrecogido” y “Mi voluntad”
Pero todavía quedaba tiempo para algarabías con “Salir”,
“Puta” o “Ama, ama, ama y ensancha el alma”, entre las que
intercalaron la preciosa “Standby” y la potente “¡Qué borde era mi
valle!”
Como Bis, y saltándose todos los cánones típicos de un grupo con
la trayectoria musical de Extremoduro, una canción reciente, “El
camino de las utopías” que además no es en sí misma una inyección
de adrenalina, y un clásico del Rock para dejar un poco de sabor
alegre, con "Rockin’ all over the world" de John Fogerty, en versión
instrumental.
Creo que los varios miles de seguidores que estamos llenando los
recintos tendríamos otros tantos set-list preferidos, pero Robe elige,
y con pequeñas variaciones esto es lo que hay. Acudiendo a todos los
conciertos de la gira podríamos escuchar “Golfa”, “So payaso”,
“Pepe Botika”…
Un gran escenario, imitando una carga de contenedores de un
mercante, con tres alturas para los músicos, cantante bajo y guitarra
abajo, batería en el medio y teclado y otra guitarra en los laterales
superiores. Buena iluminación y muy buen sonido, completado con dos
grandes pantallas a los lados del escenario para poder ver de cerca a
los músicos, hasta el punto de verle las costillas marcadas en la piel
al Robe.
¡es sólo una
opinión! live's life
Diego
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