Como fueron presentados por Rafa Basa, los Husein Johnson aportan bases setenteras con voces ochenteras. Todavía no nos habíamos colocado cuando comenzaron su actuación, pero pudimos escuchar algunos temas, en los que se podía apreciar cierto toque Sabbath. La tesitura grave de las voces aportaba un poco más de ‘oscuridad’, aunque el idioma (inglés) sí puede ser mejorable.

          Buen sonido, sobre todo de la batería. Un poco de distorsión en el bajo, que no llegaba a molestar y una guitarra poco espectacular. Buena actitud en el escenario, aunque el público no llegó acompañó al nivel deseado.

         Como ‘estrella’ local actuaba “Bumper”, la banda que toma el nombre de su reconocido baterista, que acompaña habitualmente a José Carlos Molina en su banda ÑU, y que habíamos visto recientemente en el Leyendas del Rock de Villena.

          Nos ofrecen un concierto salpicado de versiones y temas propios. Las versiones son de clásicos muy conocidos: Ac/Dc, Iron Maiden, Motörhead, Judas Priest… por lo que nos es fácil descubrir adaptaciones en la entonación del vocalista, Daniel. El guitarrista, José Santiago (Lucas) estuvo mejor durante los temas propios, con unos solos de guitarra bastante originales, y en muchos momentos muy espectaculares. Como espectacular fue el solo de batería que Javier Arnáiz nos regala a la finalización de “Painkiller”. Más que correcto fue el trabajo del bajista.

          Entre el público había algunos amigos. Uno de ellos, Pitu, subió a colaborar en las voces de “War”. Y abajo coreamos, sobre todo, claro está, las versiones.

              Un buen espectáculo nos brindaron los Vhäldemar. Nos pusimos en primera fila para no perder detalle. Y allí pudimos ver (con detalle) la pinta de ermitaño que lleva Carlos Escudero con esas barbas. Pudimos observar las manos de Pedro punteando magníficamente con su guitarra. Y paladear a bocanadas lo que otros llaman 'true metal'.

             Hubo muchas broncas para los de atrás. Pero los mayores calificativos los soltó en la presentación de "Bastards" con puyas para políticos, discográficas, los otros, los maricas… risas. También hubo críticas a otros cantantes que presentan las canciones de manera sosa (esta canción habla de...), guitarristas que hacen pitilín....., bandas que pegan la chapa con solos de batería.....

             Y muchos elogios para los heavys de verdad. Bastante autobombo dentro de esto. Porque quedamos cuatro amigos y los Manowar. Todo esto con una voz de 'lengua trapo', que en cambio parecía muy buena al cantar. Y con un buen nivel de pronunciación en inglés.

              El sonido de su última grabación 'Shadows Of Combat' es buenísimo. En directo es difícil de emular, pero con la calidad de estos músicos no tenemos queja alguna del resultado. En la base rítmica encontramos al potente bajista, Oscar, que no dejó de llenar las bases de las canciones, al tiempo que nos ofrecía montones de poses, de lo más heavy. Por otra parte, concretamente en la parte de atrás, tenemos a la última incorporación,  'Gontzal' a la batería. Un joven estudioso del instrumento que se ha adaptado muy bien al grupo, y que parece tener contento a Carlos, pues no escatimó en elogios a él durante toda la noche.

            En cuanto a la guitarra, en manos de Pedro J. Monge, solo desde que decidieron volver a ser cuarteto, y con Carlos dedicado exclusivamente a las voces, que no es poco, nos deleitó con buenos riff y magníficos solos. También algunos coros y, alguna vez, muy de vez en cuando, colaborar con comentarios en el micro que andaban totalmente acaparados por el sr. Escudero.

            Entre el resto de 'anécdotas' de la actuación, podemos comentar la subida al escenario de su hijo de 6 años, que según dice, se sabía toda la letra de "Metal of the world", aunque el chaval estaba más por imitar a su padre intentando romper el suelo del escenario con la barra metálica del vocalista (¡¡un palo!! gritaban por ahí). Lo que si consiguió su padre fue romper un bafle del guitarrista con la famosa barra .

           Bajadas del cantante a las vallas del público, y sobre todo, peligrosas subidas a los altavoces, sin seguridad ninguna. Algún saludo a los de Castrillo de Murcia¿?... En definitiva, nos ha dado la chapa para que los conozcamos y no nos llevemos una impresión de gente chunga porque sean de Barakaldo.

Y 'pa que' contar lo del chiste de la puta de Burgos. (no merece la pena)

Väldemar    ¡¡¡A MUERTE!!!

No hay crisis que valga, cuando estamos unidos por el metal. Según Rafa Basa, Zenobia y Dünedain lo demostraron en su gira conjunta. Pero Zenobia, en solitario tiene una magnífica colección de canciones en la que podemos destacar "Lo llevo en la sangre", con la que comenzaron su actuación. Además contaban todavía con la presencia de Dani, al bajo, que había anunciado su despedida recientamente.

"Lengua de serpiente", que otrora dedicaran a 'amigos', esta vez se la dedican a alguien que les vacila mucho (¿serán músicos cercanos?)

El vocalista, Jorge, nos comenta que no son muy de chistes, pero que nos van a dedicar unas cuantas canciones esta noche, entre una coreadísima "La oscura tentación" y la balada "Vuelve".

Disfrutamos mucho con la musicalidad de "Dentro de mi", y quedó muy potente el directo de "Sin mirar atrás".

El cansancio, el sueño, el frío, unidos a la falta de calidad del sonido, y no se si por esto último o aparte de esto, la deficiente vos de Jorge en este día, nos fuimos alejando del recinto sintiéndonos parte de "La legión infernal".

Imagino que poco después sonarían "Armageddon" y "Unidos por el metal", dos canciones que me encantan, pero será en otra ocasión.

Rafa Basa agradece a políticos (que cunda el ejemplo, de los políticos), los bares, chicos del sonido, la cruz roja, al público (entre los que pide que saluden unos que ¡han venido desde Murcia!) y, por supuesto, a Txutxi y Potolo, organizadores del Festival Wing to Rock.

Estuvimos paseando por el pequeño pueblo de Castrillo del Val, con sus dos bares llenos de roqueros, y sus calles abarrotadas de coches forasteros. Por cierto que la organización previó barras de avituallamiento, con buenos precios y numeroso personal. También aparcamientos cercanos al concierto (aunque yo ya había aparcado en las calles del pueblo). Un escenario mediano, con juego de luces sencillo, y un sonido decente. En el debe, indicar que faltaron aseos; y el acceso desde el pueblo era algo incómodo. Son cosas fáciles de mejorar para la próxima edición.