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Son las 19:35 de un jueves cuando comienza a sonar una intro en el escenario grande (Sala 3) de la Gamma. Poco antes, llegando a las puertas llamábamos la atención de los currantes de talleres y almacenes de alrededor, y es que esto, en Murcia y en la Sala Gamma, no es normal.

Salen a escena la banda los cuatro músicos de la banda (2 guitarras, bajo y batería), seguidos de Mark Fox (vocalista), para comenzar a calentar esta tarde-noche. Los guitarristas y el cantante tomaron el frente del escenario, quedando algo más atrás el bajista, y por supuesto el batería.

A pesar de ser (al parecer) una banda vendedora en su país natal (Suiza), por nuestras tierras no tienen muchos seguidores, aún así pudieron haber sacado más partido de su actuación. El público todavía era escaso, pero se notaba que tenía ganas de fiesta, y cada vez que el cantante incitaba a la participación, la mayoría respondía de buen grado. Pero el resto de los músicos no lo acompañaban. El escenario que les dejaron era muy pequeño (Hammerfall tenía su montaje ocupando la mayor parte de éste) y salvo alguna sonrisa del bajista a no se quién, no dieron más muestra de entusiasmo.

Musicalmente practican un Metal Melódico, a medio camino entre el Hard y el Power muy indicado para comenzar a disfrutar de buena música, y sin exagerados (y extraños) contrastes que nos meten de teloneros algunas veces). Interpretaron 7 canciones, presentando brevemente tercera, quinta y séptima, para no perder parte del escaso tiempo asignado (30 minutos clavados). Me gustaría destacar, la importancia y cuerpo de las guitarras rítmicas en sus composiciones, y a larga distancia el resto de base rítmica y los melódicos solos, que nos recordaban por ejemplo a Aerosmith. El vocalista, por su parte, solventó sobradamente y sin complicaciones unas canciones, aparentemente, también poco complicadas.

Para mi gusto, el mejor tema escuchado fue el segundo: "Too Good For Me". Aunque en general es un grupo muy recomendable para los amantes del estilo (aunque eso sí, seguro que ganan mucho interactuando con el público).

El set-list, que estuvo centrado en sus dos últimos álbumes, uno de ellos de reciente facturación (tienen por los menos 5 de estudio y algún directo), es el siguiente:

Chains of Temptation (Fall-2005)
Too Good For Me (Rising-2003)
She's My Ecstasy (Fall-2005)
Now Or Never (Rising-2003)
Take Me Now (Fall-2005)
Why Don't You Call Me (Powder Ride-2001)
Rising High (Rising-2003)

Tras un breve descanso, mientras "limpiaban" el escenario, trabajo que por cierto no pudimos ver, pues corrían un telón, y quedaba muy curioso, comprobamos que la afluencia del público había aumentado enormemente; cosa que nos alegra mucho, ya que así mantenemos viva la esperanza de que Ibolele Producciones vea rendimiento y este tipo de conciertos se repitan en el tiempo (y es que no son tantas las actuaciones intencionales que pasan por nuestras salas).

Cuatro propulsores de humo que rodean la batería, espuma artificial imitando una gran nevada para las primeras filas de fans, y unas frías luces azules marcan el inicio de la segunda actuación. Son los suecos HAMMERFALL.

La salida con "Secrets" y "Riders of the Storm" ponen a la Sala "Manos Arriba". Aparecieron en escena, como es su costumbre, vestidos de negro con adornos metálicos (aunque menos que otras veces). Me llamó mucho la atención la camiseta que lucía Joacim, el cantante, con los nombres de Hammerfall y Stratovarius (uno sobre otro), porque no estaba en el puesto de camisetas oficiales. Al finalizar el concierto se las vimos a un vendedor ambulante y nos contó que la noche anterior (en Barcelona) le compró 6 iguales.

Con el sonido de una moto arrancando comienza "Renegade" durante la cual pudimos disfrutar del magnifico Magnus Rosen al bajo mientras el humo volvía a ocupar el escenario. Era el tercer bombazo seguido de la noche.

Pero todavía quedaba otra gran bala en la recámara del primer cargador. Utilizándonos como ayuda para presentarlo atacan con "Let the Hammer...FALL". Una locura se adueña del "respetable" resultando uno de los temas mas coreados de la noche, y por primera vez se encienden las luces que alumbran al público..... ¿y el solo? Stefan se marcó un magnífico solo, además de espectacular, sobre uno de los rifs que más me excitan.

Es el turno de otro clásico "Hammerfall", aunque a diferencia del anterior los coros se ciñeron al estribillo y poco más, yendo además esa participación de más a menos durante la canción.

Al finalizar el tema Anders Johansson se queda solo con su gran batería de 4 bombos y decenas de timbales para ofrecernos un largo solo, muy currado, pero con una cierta falta de conexión con los oyentes. Tuvo un original intento de atacar con "La cucaracha", pero no dio tiempo a intentar seguirle cuando ya había cambiado el tercio. Eso sí, la batería sonaba de cojones, y en el tramo final del solo quitó el polvo y el robín hasta de la más pequeña de las arandelas que la componían.

De vuelta al último disco pudimos escuchar la magnífica "Fury of the wild", en el que Stefan, además de interpretar un corto, pero precioso pasaje instrumental, participa en las voces durante gran parte del tema, haciendo Joacim los sobrecantos y los agudos (que por cierto, los falseaba).

Poco representado, a mi gusto, este disco, ya que creo que, en conjunto, es el mejor disco de su carrera (Never Ever, Take The Black, Hammer of Justice...), pero el tiempo apremiaba y había que seguir con el repertorio.

"At the end of the Rainfow" fue sin duda el momento más bajo del show. Salvo unos coros iniciales en que contaron con la participación del público. Además los coros de Oscar (el segundo guitarrista) daban pena. Digamos, que pasó sin pena ni gloria.

La tercera y última del último sería "Blood Bound", con una respuesta sobresaliente del personal. La gran participación pone en clara evidencia que este disco está muy escuchado por los asistentes. Los músicos también utiliza "el viejo" truco de la coreografía, haciendo bailar los mástiles al unísono, provocando una imagen a imitar con nuestra "air guitar".

Tras un largo aplauso, viene la despedida. El vocalista nos hace cantar a capella el estribillo de "Heeding the Call" antes de comenzar la descarga final con una demoledora batería, unas apasionadas guitarras, un loco bajista, y un cantante que nos exprimió las cuerdas vocales.

No se hicieron mucho los remolones. En un par de minutos empezó a sonar una grabación sobre la que rápidamente percutió su batería, Anders. El segundo en aparecer en el escenario fue Oscar, que ocupó una posición elevada junto a la batería, enfrentando los puños entre sí (bonita estampa). Poco después insertaba su guitarra en la canción. El siguiente, Stefan (muy aplaudido) al otro lado de la batería, incluyendo su guitarra, Magnus al bajo, y por fin el vocalista, momento en el que se pone todo el mundo a saltar. La canción está muy bien, pero el comienzo, junto con la puesta en escena es simplemente espectacular [nada que ver con el disco. (live’s life)]. No importó, para nada, que perdieran el ritmo durante unos compases

Y para terminar, otro "peso pesado" de su repertorio: "Hearts on Fire", acompañado con una escandalosa iluminación amarilla y roja, y gastando todo el humo que les quedaba en los cañones. También haciéndonos cantar (hasta casi cansarnos) y alargando el final, que parecía que no se querían ir del escenario. Oscar en el último instante lanzó la guitarra hasta el techo.

Lo más destacable, sin duda, fue: Gran parte del repertorio en directo, que sonó magníficamente y Stefan, a la guitarra. Oscar quería imitarle tocando los trastes desde arriba pero era imposible seguirle, y Joacim estuvo puntualmente falto de facultades, pero bien.

Aún con las cuerdas vocales tocadas…..¡¡Nos quedaba el plato fuerte de la noche: Stratovarius!!

Saludos a Antonio, José Manuel, Enrique y Verónica, y a toda la buena gente que nos dimos cita en este fantástico espectáculo.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡A quién se le ocurre organizar un concierto un día entre semana, a las siete y media de la tarde!!!!!!!!!

No me lo podía creer cuando me lo dijeron. Tal y como está el curro, cualquiera tiene narices para abandonar una hora y media antes el puesto de trabajo. Y eso no es todo, invéntate una excusa medio decente para no tener que decir la verdad. Y el colmo de los colmos, ¡a ver cómo sales corriendo para que nadie se percate de que llevas puesto el uniforme de los conciertos!

¡PERO MERECIÓ LA PENA EL ESFUERZO! Ver a STRATOVARIUS en directo se está convirtiendo en la máxima ilusión de la que escribe, y en un auténtico reto a conseguir, teniendo en cuenta tanto las circunstancias de la banda como las personales de cada uno llegado el momento.

Sinceramente, tenía un poco de miedo por volver a verles sobre el escenario. Hasta hace un par de años siempre habían cumplido con las expectativas de los fans, y las mías más aún, puesto que soy una incondicional de los Timos. Hicieran lo que hicieran para mí estaba bien. Me conformaba con que estuvieran ahí, y por ello siempre me he negado a dar queja alguna de mi banda favorita (Sí, soy consciente de que no son los mejores, pero son muy muy especiales para mí, no puedo NI QUIERO evitarlo).

¡¡¡Les he llegado a perdonar hasta su desastrosa actuación en Piornorock ’04 con tal de verles de nuevo juntitos en acción!!! (Y los que estuvisteis allí sabéis de sobra a lo que me refiero)

Sobre las diez y pico de la noche, tras una sensacional actuación de Hammerfall y un "puñao" de minutos esperando a que colocaran y afinaran los instrumentos de los cabezas de cartel y dos pantallas a ambos lados del escenario, arrancaron con su actuación STRATOVARIUS.

El show comenzó con una larga intro, consistente en la proyección de videos caseros del grupo durante la gira y acompañada de varias piezas de música clásica.

De pronto, se apagaron las luces, y cruzando el escenario de izquierda a derecha se adivinaba la figura de Jens Johanson. Una vez que se posicionó en los teclados comenzaron a sonar las primeras notas de "Maniac Dance", tema que abre su último trabajo, "Stratovarius". El resto se colocó en sus puestos y empezó la descarga. Era de esperar que comenzaran con este tema, pero me sorprendió gratamente que aunque parezca una canción un tanto tibia para empezar, en directo suena muy enérgica, y Timo Kotipelto se decantó más por dejar salir su voz nítida, y no rasgada como en el álbum.

Sin pausa continuaron con "Speed of light" y "The kiss of judas". Fue durante este último tema, especialmente festejado por los presentes, cuando irremediablemente eché de menos a Jari (ex bajo) allí al fondo del escenario, impasible y concentrado en hacer sonar el instrumento.

Y llegó una de las sorpresas de la noche. "Eagleheart". Y lo fue por dos motivos. El primero porque es un tema que, exceptuando en su gira del "Elements Part I", rara vez ha sido incluida en los repertorios del grupo. En segundo lugar porque es bastante raro el hecho de incluirla si es cierto que, como pregonan a los cuatro vientos en los últimos meses, "Stratovarius" pretende romper con todo lo anterior. De hecho, el motivo por el cual no se publicó "Elements Part III" es porque los dos trabajos anteriores supusieron el principio del periodo de decadencia de STRATOVARIUS, siendo la intención de los fineses borrar esa parte de su historia. De todas formas fue muy bien acogida por el público, que gritaba al unísono los estribillos con los brazos en alto.

A continuación llegaron los que para mí fueron los dos grandes temas de la noche. "Against the wind" y "Twilight symphony", ambas de su cuarto trabajo "Fourth dimension". Me encanta cuando las incluyen en su repertorio. Claro, siempre me pasa lo mismo: Me quedo yo sola botando y cantando-gritando, y ves que sólo hay una treintena de personas que hacen lo mismo.

Para mi son dos obras maestras, especialmente "Twilight Symphony", que finaliza con la genialidad de la voz de Kotipelto envuelta en las notas de la guitarra acústica de Tolkki. (Aquí es donde me pregunté: ¿Qué narices pensarían hacer el uno sin el otro, y el otro sin el uno?)

La siguiente en caer fue "Fight", gran temazo del último disco. La gente se volvió como loca, pues es una composición muy rápida con constantes cambios de ritmo. Aquí despunta claramente la voz de Kotipelto, y en directo la bordó.

Y…. la segunda sorpresa de la noche: Llegó el momento de presentación del nuevo bajista, Lauri Porra, procedente del grupo "Sinergy". Durante todo el concierto la verdad es que no podía dejar de estar pendiente de él, pues como ya he dicho, noté la falta de Jari (nada, una que es una sentimental).

La verdad es que el chavalín, aunque se le nota que le falta rodaje, le pone ganas. Se deja llevar por la música, con lo cual destaca en el escenario por sus idas y venidas de un extremo a otro, sus sacudidas de melena…. Queda raro junto a STRATOVARIUS, que como aquel que dice donde caen al principio ahí se quedan, con los pies clavados al suelo.

El grupo desapareció y Lauri se quedó en medio del escenario. Antes de empezar con su sorprendente solo espetó: "Hola Murrrrrcia. Soy un bassstarrrdo de Finlandia (¿no querría decir vástago?), toco el bajo con cerveza". Y comenzó a tocar el instrumento utilizando un botellín de Coronita. Bueno, es bueno.

Se despidió con un "grrrrrraciassss" ovacionado por el público, más ancho que largo.

Una vez restablecido el orden le llegó el turno a "Father Time". Sin duda este fue el momento álgido de su actuación. No deja indiferente a nadie este tema. La sala en pleno saltaba al unísono coreando la canción al completo.

Con este tema siempre les pasa lo mismo. Llega un momento en el que el sonido del doble bombo de la batería envuelve todo lo demás y se pierden un poco, dando la sensación de que cada uno va por su lado. Pero daba igual, sonaba de miedo.

Para relajar un poco el agitado ambiente se apagaron las luces y en las pantallas se proyectaron imágenes de atrocidades cometidas por la raza humana: guerras, desastres ecológicos…y un sinfín de actos dignos de sentir vergüenza de lo que somos. Como fondo de esas imágenes se acompañaban fragmentos de la Declaración de los Derechos Humanos. Esta era la presentación de "United", un tema que en el CD pasa sin pena ni gloria, pero en directo cambia. Además Kotipelto jugueteó con el público estableciendo dos bandos de competición para ver quien coreaba más alto el estribillo.

Finalizaron su primera parte de actuación con la celebradísima "Hunting High and low". Creo que es un tema que debería estar incluido en todos sus conciertos.

No se hicieron mucho de rogar y volvieron de nuevo al escenario para finalizar a lo grande con su completísimo show. Arrancaron de nuevo con "Forever", entusiasmados de que todo el mundo la corease. De hecho, Timo apenas cantó por el micro, lo hicimos todo nosotros. "Forever", aunque quede raro que una balada haya alcanzado ese "status", se ha convertido en el himno de los fineses sin lugar a dudas, y Kotipelto volvió a invitar al público de nuevo a un jugueteo de coros. Lauri Porra alucinaba.

Mientras los que aún tenían fuerzas aplaudían satisfechos y silbaban sin parar, Kotipelto anunció la siguiente canción. Y siguiente sorpresa, por cierto: "Destiny". Esta vez enterita, sin interrumpirla en su parte lenta. Ya sí que olía a final……

Aquí ya el finés empezó a acusar cansancio y en ocasiones no llegaba con su voz a terminar las frases. De entre bastidores empezaron a "llover" botellines de agua para repartirlos entre el público, gesto que los de la primera fina debieron agradecer eternamente.

Pero no, aún se atrevieron…. con "Black diamond". Kotipelto se acercó decididamente hacia los teclados y comenzó a tocar unas notas. Seguidamente Johanson le contestaba con otra secuencia hasta que Timo arrancó con la melodía de inicio del tema. Potente, muy potente. La mejor manera de terminar su espléndida puesta en escena.

Finalizado el último tema, y como ya es costumbre, dejaron los instrumentos, contaron hasta cuatro en finés (invitando a los presentes a que contáramos nosotros también) y se despidieron con una reverencia.

Resumiendo. Fue realmente fantástico y alentador el poder disfrutar de nuevo con STRATOVARIUS en un concierto después de lo sucedido el último año, cuando la mayoría apostábamos a que la ruptura sería definitiva.

Pero lo triste es que… se nota que la cosa no está como antes. Los ves en el escenario y sientes que Tolkki está en forma, mejor que nunca diría yo, puesto que arranca notas de su guitarra como nunca antes lo había hecho.

Por otra parte, Kotipelto hace lo propio. Se mueve en el escenario, está muy pendiente del público y ha dejado de ser demasiado correcto.

Esto hace que se disfrute más del grupo, cada uno da lo máximo de si mismo y te deleitas infinitamente más.

Sin embargo, para una incondicional como yo esto no es del todo bueno. Percibes que no hay química, y que cada uno pretende ganarse al público por su cuenta. Y analizas detalles, como que ni siquiera se miran.

Volviendo al concierto, pues eso, genial. La verdad es que incluso se hace difícil decir si acertaron o no con el repertorio, pues ya es muy extenso y lleno de temas muy buenos. Echas en falta algunos (como "S.O.S", "Phoenix"…), pero no quitarías tampoco ninguno de los que interpretaron.

Y nada más. Que aún estoy emocionada por haberles visto de nuevo, y espero que dure mucho este reinicio. Les deseo toda la suerte del mundo y les aseguro que estaré ahí, esperándoles.

Recuerdos al Boss, a Bravo Ceutí, a José Manuel (espero que no faltes al próximo), y por supuesto a Enrique J.B.


Los primeros en llegar...	...al completo

El público de Hammerfall...	...Manos Arriba

La peña de Bulleros, que nunca falla

Otros colegas que repiten	Buenos vasos.....para ser individuales

Como ella se colaba en las fotos tuve que hacerle una	Más peña pidiendo una foto de recuerdo

La mejor amiga del hombre: La rubia	El público de Stratovarius...

...también...	...Manos Arriba

Elige tu estilo, y acude a un concierto

Oswaldo y cía (Viva Ecuador)	Simpáticos colegas de última hora (Kai Metal God)

Bravo Ceutí en su día libre dueño de la barra	Iron Baby y Enrique J.B. jugando a caballitos

Otro colega con su "banda"	Para finalizar, los Trofeos: Nuevas sudaderas