Noche fresquita la elegida por los madrileños OBUS para la segunda puesta en escena de la presentación de su último disco "Segundos Fuera". Quizás un poco expectantes ante la reducida presencia de su primer concierto (el pasado día 20 en Madrid) y la suspensión recientemente de varias descargas en Madrid (Reincidentes, Porretas, Rosendo...). Posiblemente no sea la Navidad la mejor época del año para este tipo de eventos.

            Para comenzar a subir la temperatura entre el personal (unos 500) el Pirata nos obsequió con un buen Heavy and Hard Rock que nos hizo corta la espera.

            Poco después de las 23:30h, en el escenario original de la sala Gamma, comenzaron a sonar los primeros acordes de "Sin dirección" (para mi sorpresa), mientras Fortu, último en aparecer, descendía lentamente por las escaleras ataviado con un Kimono, del cual se despojó segundos más tarde, quedándose preparado para la noche con pantalones y camiseta cortos, que posteriormente en dos parones también se cambiaría.

            Sin descanso, enlazaron con "Cualquier noche sale el Sol", con una notable mayor aprobación presencial, tras la cual realizaron una breve pausa en la que saludaron al público murciano, continuando desglosando su anterior trabajo (plato fuerte de la noche) con "Cautivos" contribuyendo al incremento de temperatura entre los asistentes y "El crack", la cual ocupó su lugar manteniendo el ritmo alcanzado.

            El delirio general se palpó en la siguiente, "Autopista" con los incondicionales acompañando el estribillo a golpes de voz y puño: ya sí eran muchas las gargantas que gritaban y las manos que se alzaban.

            Sin tregua, la elegida para continuar con la línea ascendente fue "Pesadilla nuclear", con Fortu en plena forma vocal (que no física: ya no hace el pino y, como dice Diego, tampoco el avión) inyectándonos una sobredosis de excitación que terminó con la Gamma pateada a bloque.

            Lástima que la elegida para secundar a los clásicos anteriores bajara un par de grados el caldeo de la sala, y es que "Marilú" busca notario que certifique su defunción para el directo, momento que aprovechamos para reponer víveres, es decir, agenciarnos del preciado líquido cervecero.

            Sin pena ni gloria, "Más que un Dios" pasó entre nosotros, es un tema con coros a lo ACCEPT. Hay que darle tiempo al tiempo para que sea más escuchada y obtenga el lugar que le corresponde.

            Fortu se dejó un pulmón y media garganta en los potentes y prolongados gritos intercalados en "Esta vida", donde hice ademán de mirar a la mesa de sonido para comprobar si estaban grabados y.. no, ¡qué leches!, era un rabioso directo con un colosal despliegue de cuerdas vocales, el cabronazo tiene cuerda para rato.

            La vista atrás nos reportó a "Dame amor" realizando una interactuación con el público como suele ser habitual en estos directos, participando mayoritariamente.

            Inmersos en la parte tranquila, nos llegó con una puesta en escena diferente, como anunció Fortu, utilizando como único instrumento su voz y la del los allí presentes, que coparticipamos en el inicio. "Complaciente o cruel", rubricándose la conexión con el personal en esta memorable balada.

            Llegó el turno de volver al presente con su último trabajo, volviendo a utilizar los dos micrófonos para adquirir esa peculiar tonalidad vocal que predomina en todo el disco, cayendo "Segudos fuera" o "Besa mi culo", ésta sí que suena a Hard Rock del bueno, que con escasa letra muy pegadiza y un ritmo tremendo constituye el tema más impactante de sus "Segundos fuera". Este disco lo encuentro como una continuación a "Desde el fondo del abismo" en cuanto a producción y sonido (potente y agresivo) siguiendo la línea marcada en éste (salvando las distancias, encuentro el mismo paralelismo entre estos discos que entre los "Keeper" de Helloween) discerniendo un tanto de las opiniones de Francisco y Juan Luis Serrano.

            Mientras tanto, Fortu continuaba ampliando sus relaciones sociales compartiendo los cubatas y cervezas que le ofrecían. Llegó la hora del cenit de la noche, lo que se avecinaba nos iba a poner las pilas de nuevo y para eso tiraron de la vieja guardia de temas que engloba esa Biblia del rock nacional que es el directo del 87, pata negra. EL primer versículo "Te visitará la muerte" nos hizo tener más sed y ganas de marcha, vibrando todos a una con Obús, enganchando con "El que más", que no nos dejó tiempo para respirar con los presentes volcados en el continuo corear del tema, al que seguidamente enlazaron con el capítulo de nuevo testamento "Que te jodan" diplomada para la posterioridad como estandarte, momento que aprovechó Antonio (Cascales) para grabarlo en el contestador del teléfono de casa.

            Atacaron la recta final con dos grandiosos temas del pasado "Dinero, dinero", (personalmente no es de mis favoritas, aunque cada vez que la escucho en directo se me hace indispensable), cerrando con el epitafio "Vamos muy bien" el tema bandera que la concurrencia se sabía de "pe" a "pa", transmitiendo la contundencia de sus descargas que los caracterizó en la década de los 80, demostrando que fueron grandes en el pasado, grandes en el presente, y grandes en el futuro.

            Tras la persistente aclamación del público volvieron con el consabido bis, con sorpresa en la primera "Otra vez en ruta" (uno de los dos temas que se escapan de la quema del disco homónimo publicada allá en el 95, en la etapa más desapercibida del cuarteto madrileño). Como segunda "solo lo hago en mi moto", con un derroche de voz de Fortu para deleite del personal, para ya sí, terminar con lo que fue el encumbramiento inicial de Obús "Va a estallar el Obús" donde público y grupo nos fundimos a una, echando el resto, allí saltaba hasta el pirata, y la que constituye rabiosa actualidad, "Esta ronda la paga Obús", donde las primeras filas se apretaron más junto al escenario tratando de conseguir algunos de los minis con que nos brindaron los madrileños, despidiéndose ante la demanda del respetable que aun querían alguna "raya" más que no se consagró por problemas con el amplificador (más información sección de entrevistas).

            En definitiva, fue una gran noche de rock, casi dos horas intensas de descarga, que sean las fechas que sean uno no se debería perder, en las que Fortu y compañía nos ofrecieron su compenetración y profesionalidad, demostrando el acierto de su reunión en el 96 después de sus aventuras en Saratoga y Venganza, acierto que ha dado sus frutos con dos potentes álbumes que plasman la buena salud de estas leyendas del rock nacional que son OBUS.

Bravo-Ceutí